En NA Ediciones alentamos a que cada persona cuente su historia personal y comparta con el mundo qué hace que sus libros, anécdotas y creaciones sean tan únicas y especiales.
No consideramos que los autores son “un número más” o que sus obras fueron solo una coincidencia. Lo que hace diferente a nuestro servicio es el acompañamiento, el querer ir más allá de la historia en el papel y el de darle a cada libro autopublicado el valor irrepetible que merece.
En esta ocasión, decidimos entrevistar a Natalia Alterman, fundadora de NA Ediciones, quien llegó hasta aquí e hizo su sueño posible gracias a una inspiradora historia de perseverancia y empatía.
Los comienzos: la etapa de aprendizaje laboral y familiar.
La formación académica no siempre llega de la mano de los primeros pasos. En muchos casos, la experiencia laboral posee un gran valor en la construcción de una carrera, más aún si se trata de una empresa familiar que permite ver el funcionamiento de todos los mecanismos y la puesta en marcha de su actividad.
Natalia comenzó a interiorizarse en el mundo de los libros a los 15 años de edad. Sus padres eran los dueños de la compañía Editorial Universitaria La Plata, dedicada principalmente a la edición de los apuntes de la universidad de dicha localidad.
Sus primeras capacitaciones fueron desde el hogar y tuvieron que ver con la creación de un boletín de marcas, experiencia laboral inicial que marcó sus primeros pasos.
Dos años después, cuando Natalia apenas tenía 17 años, una serie de eventos desafortunados comenzaron a marcar el rumbo de su vida. Algunos episodios personales la llevaron a esforzarse doblemente para sacar adelante la editorial y encontrar nuevos servicios que puedan sostenerla.
“Ahí aprendí la teoría de todos los procesos gráficos existentes. Desde cómo se imprime un libro o una tapa, hasta todo lo que se puede hacer en esta industria”, nos cuenta en la entrevista.
La metamorfosis hacia una editora, con todas las letras.
Con el paso del tiempo, Natalia comenzó a tener inquietudes sobre nuevas capacitaciones y cursos para enriquecer su formación académica.
Si bien ella había estudiado educación física, ahora llegaba el momento de dar el gran salto y acompañar tanto conocimiento práctico de su trayectoria, con nuevas teorías. La Fundación Gutenberg le permitió especializarse y convertirse en una editora, ahora con todas las letras.
A partir del año 2015 comenzaron los cursos, charlas, talleres y encuentros relacionados con el mundo digital, la historia de la edición y su marco legal. Cada instancia le permitía darse cuenta de cuánto le apasionaba dedicarse a esto y cada cierre llevaba a un nuevo comienzo.
“Si bien la educación física me permitió desarrollar mis capacidades de acompañamiento, paciencia con las personas y esa figura de educadora constante, profesionalizarme en edición me abrió muchas nuevas puertas”, nos cuenta.
La fundación de NA Ediciones y la despedida de un ciclo.
Natalia desarrolló su carrera profesional en paralelo a la administración de su empresa familiar. En mayo de 2021, en un marco post-pandemia solo apto para valientes, decidió desvincularse y dejar atrás esta importante etapa de su vida.
“Llevar adelante una empresa familiar no es fácil. Sentí que había cumplido un ciclo, que necesitaba un cambio que me permitiera dar un salto en mi carrera y en mi vida profesional. Tenía el ferviente deseo de seguir dedicándome a los libros pero, esta vez, de forma independiente”, agrega en la entrevista.
Ese mismo año fundó su propio sello editorial llamado “Libella”, requisito excluyente para ejecutar servicios de trámites editoriales legales, junto con la inscripción de su empresa de edición.
Además, trabajó en su marca personal para verbalizar esos valores que eran muy claros para ella, pero tal vez no todavía para su público.
“Lo que ofrezco como diferencial está muy claro: acompañamiento a los autores y trato personalizado. Me comprometo con cada obra que llevo adelante generando un vínculo personal con sus creadores. Los visito en sus hogares y les doy la atención que merecen. Los libros no son solo un conjunto de hojas impresas, es algo mucho más grande y complejo, por eso acompaño a los autores desde sus inicios, desde que tienen la idea de cumplir el sueño de publicar sus libros, hasta el final de la publicación, acompañándolos en todo el proceso: escritura, diseño, portada, trámites legales y más”.
En 2022, Natalia se encuentra creando un espacio remodelado en la localidad de Berazategui, provincia de Buenos Aires. Su sueño es que ese local rodeado de verde y con rincones mágicos se transforme en un centro cultural, capaz de acoger a nuevos autores autopublicados y soñadores como ella.
Su servicio es integral e innovador: brinda soporte desde la idea de escritura hasta la comercialización del libro, cubriendo toda su cadena de producción y conformando un equipo especializado para cada cliente.
La historia de Natalia Alterman nos inspira a dar un salto, ir por lo que deseamos y recordar que nunca es tarde para cumplir un sueño. Conectá con ella directamente en su cuenta de LinkedIn si tenés más dudas sobre su historia.
